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JOSÉ VACAS PRONUNCIÓ SU EXALTACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA DESDE LA HUMILDAD Y UN PROFUNDO AMOR A LA VIRGEN

La iglesia de San Lázaro de Fuente del Maestre se llenó de fieles y amigos, este jueves 25 de abril, para escuchar el III Pregón-Exaltación a Nuestra Señora de la Cabeza, que, en cierto modo, sirve para iniciar los días grandes de la festividad.

El encargado de pronunciar esta exaltación fue José Vacas, fontanés, labrador y hermano de la Real Hermandad desde la niñez, quien realzó la figura de Nuestra Señora de la Cabeza desde la más absoluta humildad y un profundo amor.

La exaltación de José Vacas tuvo tres partes fundamentales: la historia de la Real Hermandad, sus vivencias y devoción hacia la Virgen de la Cabeza, y acercar la figura de la Virgen María a cuantos le escuchaban.

José Vacas inició su pregón dirigiéndose a “Nuestra Madre” con una oración que se rezaba hace años al iniciar cada día la novena, “Vuestro Santísimo Nombre, Oh Madre Mía de la Cabeza, quiero invocarlo en todos los momentos de mi vida…”.

Seguidamente, y aunque el pregonero no quiso “cometer la temeridad de enseñarles nada que ya no sepan”, fue recordando “algunos de los hechos acontecidos desde la fundación de esta Real Hermandad que he tenido la oportunidad de conocer. Me enorgullezco profundamente de ser ahora el portavoz de los recuerdos”, señaló. Y a partir de ahí, destacó desde el año 1904 cuando se constituyó la Hermandad, hasta el año 2022 cuando se cumplieron los 100 años desde que se le otorgara el título de Real.

A partir de ahí, comenzó la segunda parte, en la que contó “cuáles han sido mis vivencias con Nuestra Madre la Santísima Virgen de la Cabeza”, y reconoció que “me crié en el seno de una familia cristiana, que intentó transmitirme la fe y acercarme a la vida de Jesucristo y su Santísima Madre”. Fueron muchos los recuerdos que describió José Vacas, pero, sobre todo, se emocionó en uno de ellos, “cuánto he disfrutado con la imagen, primero, de mis hijos, y más tardes de mis nietas, vestidas de fontanesas, portando en sus manos flores para lanzar a la Virgen, nuestra Madre, que los acoge con especial ternura al finalizar la procesión”.

Estas palabras, sobre su familia, sirvieron al pregonero para subrayar que “en estos pequeños momentos, está el inicio de la evangelización: encontrarnos con la buena noticia de la salvación de Jesucristo dentro del propio ambiente familiar. ¡Qué necesario es, queridos paisanos, en medio del tiempo que nos ha tocado vivir, que las familias transmitan la fe cristiana en sus hogares!”.

Tras esta reflexión, José Vacas unió la devoción a la Virgen de la Cabeza de Fuente del Maestre con la Virgen de la Cabeza de Andújar (Jaén), “la cual he tenido también la suerte de visitar en varias ocasiones, aportándome unas vivencias de amor y profunda fe hacia Nuestra Santísima Madre”, apuntó. Relató la leyenda de lo sucedido en la ciudad jienense, y recitó “unas antiquísimas quintillas que narran lo vivido entre aquel pastor y nuestra madre: Pastor venturoso fuiste / y dichoso fue aquel día / que tanto bien mereciste / en que con tus ojos viste / a la Sagrada María…”.

De esta forma llegó a la tercera y última parte, momento en el que dio a “Nuestra Madre el protagonismo que se merece”, porque, como él dijo, “su persona forma parte esencial de la vida de Jesús y de su misión. María es también, junto a Jesús, Evangelio de Dios para nuestra Salvación, Buena Noticia para la humanidad”. Y así, fue detallando lo que ofrecen los Evangelios sobre la vida de la Virgen.

Finalmente, se volvió, de nuevo, hacia la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza, para exclamar la Salve que le rezan a la Virgen en Andújar, y que el propio José Vacas adaptó a nuestras tierras, y a nuestro pueblo, por ello la tituló “Salve a la Virgen de la Cabeza-Patrona del Campo Fontanés”. “Dios te salve, Virgen de la Cabeza, Reina y Madre de Misericordia, que desde el camerino de tu ermita, vigilas el campo fontanés…”.

Y concluyó, “con la debida humildad y un último deseo, gozoso y protocolario, que resume todo lo que de verdad he querido decir. Hermanos, ¡Viva la Virgen de la Cabeza!”.

El pregonero fue presentado por su propio hijo, Pedro Vacas, algo que fue toda una sorpresa para su padre, y donde explicó cómo José Vacas, junto a su mujer, han sabido transmitir a toda la familia la devoción hacia la Virgen de la Cabeza.

El acto acabó con la entrega de un obsequio por parte de la Junta de Gobierno de la Real Hermandad, y con una foto de familia, para de esta forma, dar por inauguradas las Fiestas de Nuestra Señora de la Cabeza, que tendrán su día grande este domingo 28 de abril.

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