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26/03/2023 - 786 visitas

LUIS SÁNCHEZ LLAMAZARES DECLARÓ SU AMOR INFINITO A LA SEMANA SANTA FONTANESA

En un pregón cuya parte musical protagonizó el grupo “Jara Blanca”

 

“Una nueva Semana Santa se acerca ya. Vámonos, que debe morir para volver a resucitar. Vámonos que mi tierra necesita verlo por sus calles caminar. Vámonos que de nuevo su cuerpo nos entregará. Vámonos y que mi pregón, mi alma y vida sean según su voluntad”. Con estas palabras inició Luis Sánchez Llamazares el Pregón de la Semana Santa de Fuente del Maestre del año 2023, que se celebró este sábado 25 de marzo.

Un pregón a través del cual, el joven cofrade fontanés dio un repaso a la Semana Santa de la localidad desde su niñez hasta la actualidad, y todo ello con un discurso sincero, apasionado, entregado, con muchos sentimientos, y donde la música también fue protagonista, ya que contó con la colaboración al piano de Jorge Asensio Salamanca quien interpretó de forma brillante algunos fragmentos de conocidas marchas procesionales.

Tras la introducción, la mirada de Luis S. buscaba a sus compañeros de la joven Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén para explicarle que en los inicios “claro que estábamos locos, y bendita aquella locura que surgió entre nosotros. Bendito Aquel que entró a lomos de un borrico. Aun sabiendo que el final que le esperaba era bien distinto...pero no se equivoquen, no es que esté loco el que aquí les va a hablar. Es que esos niños me vuelven loco con sus infinitas chicotás”.

En su discurso, y en concreto cuando hablaba del Lunes Santo, recordó a “un Moreno del que me encuentro Cautivo. Un Cautivo que me rescata tras cada Domingo. Un Rescate que me saca de mis Amarguras en el pueblo vecino. Perdóname, pero si no hablo de Él, estaría siendo infiel conmigo mismo”, en referencia a que este día el pregonero porta la imagen de Jesús Cautivo y Rescatado de Zafra.

A partir de ahí, hizo mención al Crucificado del Vía Crucis “que debía recorrer por todo el pueblo”, a Jesús de la Humildad al que “atan para una tortura infernal” y que “va aguantando junto a la columna los latigazos que le dan”, al Stmo. Cristo de la Caridad “un secreto descubierto”, al Santo Entierro que “de blanco enlutado tiñe la calle San Juan. Ante un silencio sepulcral, unas horquillas marcan el caminar. Caminar de quien lo fue todo y yacente está”. Aunque apuntó que “el blanco enlutado con el que salías yacente de San Juan. Era un blanco de esperanza, del buen fin que estaba por llegar. El Hijo de David está vivo. El Nazareno nos ha salvado de la muerte final. El Hijo de María nos enseña que la muerte es Verdad. Cristo resucitó”. Y llegó hasta la imagen de San Juan “esa águila que desde arriba sabe dónde estás y te manda la palabra que todo lo sana”.

Con respecto a las figuras que presentan las diferentes advocaciones a María, el pregonero proclamó una profunda devoción de fe a la Dolorosa “creo en ti, en tus flores y sus olores, en tus lágrimas a borbotones, en tus manos que acogen a los pecadores, en tu Caridad, por eso hoy te rindo todos mis honores, para gritarle al mundo entero que yo creo en la Virgen de los Dolores”. Sobre el Mayor Dolor expresó que con “ese rostro de una madre que refleja su sentir, ese puñal que le acabáis de clavar en el corazón, esas facciones ilegibles que todos entienden. Su vida termina desde que comienza en el convento franciscano, con tantos clavos como pena halla en sí”. Al mencionar a la Soledad ensalzó que “me gusta todo de ti, tu rostro escondido entre bambalinas, ese rosario entre tus manos, esas velas que iluminan tu mirar, ese semblante tan roto por sentir Soledad, ese fajín que ajusta el vientre, tus cinco lágrimas, tu corona con la que siempre reinarás. Me gusta todo de ti, mi Soledad”. Y en relación a la Virgen de la Cabeza alabó que con ella “vuelve la primavera, vuelve un pueblo a rendirle pleitesía, a esa Madre que tanto vela por sus labradores”.

Aunque los momentos más emocionantes de su discurso llegaron al hablar de su familia y seres queridos. Empezó con su padre “porque me enseñaste que Él siempre da amor y salud (Jesús Nazareno), porque me mostraste que los años no pasan si la fe sigue en la juventud, porque esa última chicotá quedará grabada en mi alma para que seas mi referente y mi luz. ¡qué suerte hemos tenido Manu y yo de tener un padre como tú!”. Luego se dirigió a su madre “mi nazarena y mi guía. Tú, Sol y Luna en mis días. Tú que con besos calmas la muerte y curas mil heridas. Tú que cuando caes, eres la primera que resucitas. Tú que esperas con los brazos abiertos mi vuelta de Sevilla. Tú el verdadero milagro de mi vida”. También a sus abuelos maternos “mis otros padres que me criaron con delicadeza, y con los que aprendí las mayores lecciones que nunca me hayan dado: las de la vida”. A su presentador, amigo y compañero, Miguel Ángel Pecero “ella (Virgen de la Soledad) bien sabe que las amistades de verdad surgen porque Dios lo quiere así. Y si no, que se lo digan a los dos que la acompañan allí”. Y al párroco, Javier Moreno, a quien dio las gracias “por defender a la juventud, por apostar por ella. No sé cuál será la voluntad del Padre, pero ojalá que nos puedas seguir viendo crecer”.

En este instante personal y sentido del pregón, Luis Sánchez no se olvidó de sus familiares fallecidos, en especial de su tío porque “son siete los días que tardó Dios en crear el mundo, siete son los días que tiene esta bendita Semana. El siete del siete es el día de San Fermín”. Y de su abuela paterna, a quien “veía feliz porque su hijo el mayor cargaba a Jesús, su Jesús. Jesús, bendita mi abuela que te esperaba en su esquina para verte pasar”.

Cuando se acercaba el instante final, y con un pregonero conmovido, llegó su plenitud, el momento de volver atrás y llegar al presente, la hora de hablar de Nuestro Padre Jesús Nazareno a quien Luis S. acompañó en procesión cuando tan solo tenía 5 meses, “tú eres mi principio y mi fin. No sé explicar la manera en que te quiero, pero sé que quererte más no puedo. El primer sueño que vi cumplido. Tú, presente en mis éxitos y en mis desatinos. Ay, mi Nazareno, que yo para ti no estoy un jueves, que estoy el año entero. Que se me acaban el pregón, las palabras y los versos, y no sé cómo proclamarte este amor sincero”.

Y concluyó declarando su amor infinito a la Semana Santa de Fuente del Maestre y a este pregón que lo resume en dos palabras “Te quiero, te quiero y te quiero”.

Tras el pregón de Luis Sánchez Llamazares, tuvo lugar el Pregón Musical que por primera vez fue protagonizado por el grupo local “Jara Blanca” quienes, dirigidos por Ismael Rodríguez, eligieron un repertorio muy variado a través del cual tocaron todos los sentidos que tiene la Semana Santa. En concreto, durante su actuación ofrecieron versiones de los temas “Los Sonidos del Silencio, “Yo creo en Ti Señor”, “Postrado ante tu Cruz”, “Himno a la Virgen del Mayor Dolor” y “Gloria, Gloria, Aleluya”.

A lo largo de este acto también intervinieron Miguel Ángel Pecero, como presentador del pregonero, el presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías, José Romero, el alcalde de Fuente del Maestre, Juan Antonio Barrios, y el párroco de la localidad, Francisco Javier Moreno, quien se encargó de clausurar este pregón que abre la Semana Santa fontanesa.

 

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