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09/07/2018 - 323 visitas

LA PROFESORA MARÍA CALEYA SE HA JUBILADO

Tras 36 años de servicio, de los cuales 21 los ha desarrollado en nuestra localidad

 

El pasado 1 de julio, la profesora fontanesa María Caleya Rosa ponía punto y final a 36 años de servicio como maestra de educación primaria, una vocación que tuvo desde pequeña, en parte gracias a su abuela, como ella misma ha reconocido.

María Caleya estudió Magisterio en la Especialidad de Matemáticas en la Escuela de Santa Ana (Almendralejo), y en 1981 aprobó las oposiciones, enterándose a través de Diego Zambrano, alcalde de la localidad en aquella época, y su hermana Isa Zambrano.

A partir de entonces, la maestra fontanesa comenzó su trayectoria en Castilblanco de los Montes, Salvatierra, una primera-pequeña etapa en Fuente del Maestre, Calera de León, Bohonal de los Montes, Alconera, Zafra, donde estuvo seis años en la Guardería Infantil “Ntra. Sra. de Belén” e Hinojosa del Valle, en el que estuvo otros seis años, hasta que en 1997 consiguió la plaza definitiva en el colegio San José de Calasanz de Fuente del Maestre donde ha desarrollado su profesión hasta este curso 2017-2018, en el que se ha jubilado.

Durante todos estos años de servicio, María C. siempre ha intentado enseñar a todos sus alumnos a través de los juegos, y como ella misma comentó “dedicándole todo el tiempo del mundo, aunque me quitara horas para poder dormir”. Y además, ha reconocido que “durante todos estos años, he disfrutado y he aprendido con todos mis alumnos y alumnas, porque por mis clases han pasado médicos, arquitectos, ópticos o maestros, a los que le he dado clase y que luego han sido alumnos de prácticas o incluso compañeros”.

Para María Caleya un buen profesor debe tener “vocación, paciencia y puntualidad, y el objetivo claro de ir modelando al alumno hacía una buena formación”. Y además, una vez ya jubilada ha mandado un mensaje a todos los profesores y a aquellos que están estudiando esta carrera “disfrutad con lo que hacéis, es una profesión muy difícil, pero que te llena de satisfacción y orgullo cuando ves los objetivos cumplidos”.

En los últimos días de clase, Mari Caleya, como se le conoce en la localidad, ha recibido agradecimientos y homenajes por parte de sus alumnos, del AMPA del Centro, y de sus compañeros, quiénes en su despedida le regalaron una imagen de un árbol cuyas hojas estaban formadas por más de 200 huellas de colores, de todos los que forman el colegio San José de Calasanz, y con el título “Maestras que dejan Huella”, lo que para la maestra “fue el mejor regalo que me pudieron hacer”.

Después de todos los homenajes que ha recibido por su jubilación, la maestra fontanesa se muestra nostálgica y agradecida por todo lo vivido, y ha reconocido que “no voy a parar, voy a seguir activa, ayudando a todo el que lo necesite, desde pequeños hasta mayores”, demostrando en estas palabras, la humildad, la sinceridad, el trabajo y la solidaridad que demuestra en su día a día.

 

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